El gran ruido que acompaña la pirotecnia desata varios efectos negativos en los animales de compañía. Las mascotas, al no saber de dónde viene y qué es el ruido que escuchan, pueden sentir miedo, lo que puede provocar huidas o bien vómitos, diarrea e incluso taquicardia y, en algunos casos, comportamientos excesivamente agresivos.
Para ayudar a que las mascotas no sufran mientras celebramos y/o para calmarlos si tienen una reacción adversa a los fuegos artificiales, la profesora de Medicina Veterinaria de la U. del Pacífico entrega algunos consejos que pueden ayudar a sobrellevar estas situaciones:
Reforzar experiencias positivas: Duplicar los cariños, ofrecerle galletas caseras para perros y aumentar los juegos caninos y palabras amables.
Poner música clásica: Estas melodías relajan a los perros. Son una valiosa herramienta para tranquilizar al animal.
Colocar previamente a la mascota en habitaciones más protegidas: Ante los ruidos fuertes como pirotecnia, es mejor situar a los animales en lugares protegidos (ojalá salas con aislación acústica) y donde se disminuya el riesgo de que se pueda escapar o dañarse con algún objeto.
Usar fármacos: El uso de tranquilizantes y sedantes del tipo de la Acepromazina (Acedan, Acepril, Pacifor, etc.), logran tranquilizar a los animales y disminuir la ansiedad y el pánico. Sin embargo, hay que tener en consideración que no están exentos de efectos adversos, como bajas de presión, taquicardia, debilidad muscular y convulsiones en algunos casos. Estos productos son de uso exclusivo veterinario y si bien están al alcance del público, solo deben ser recomendados por el Médico Veterinario de cabecera.
Utilizar medicina natural: Los preparados en base a plantas, como fitoterápicos, aceites esenciales y flores de Bach, han alcanzado una gran popularidad para preparar a las mascotas para estas situaciones estresantes. Dan muy buenos resultados, sin producir efectos negativos o interacciones con otros medicamentos.
“La capacidad auditiva de los perros se diferencia de la del humano por su gran aptitud para captar sonidos a altas frecuencias (60.000 ciclos por segundo versus 20.000). Ellos pueden captar grandes densidades de ondas por segundo, gracias a lo cual perciben sonidos como los emitidos por los murciélagos y las ratas, que para el hombre son imperceptibles. En cuanto a la percepción de sonidos distantes, los perros pueden detectar un sonido débil a una distancia de entre cuatro y cinco veces mayor que un ser humano”, señala docente de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico, dra. Sylvia Arrau.