Por naturaleza los cerdos son carroñeros. Estos pueden alimentarse de granos, comida en mal estado, frutas, heces fecales y hasta orina. El sistema digestivo de estos no posee la capacidad para eliminar todos los residuos que se acumulan, los alimentos son totalmente digeridos solo 4 horas después. Sin embargo, venenos y sustancias tóxicas que fueron ingeridos se almacenan en los órganos y las células de grasa de este animal.
Allí es donde comienzan los peligros del consumo de esta carne que a continuación te mencionaremos.
Investigaciones revelaron los peligros del consumir la carne de cerdo
Según un estudio realizado por Consumer Reports, se demostró que el 69%
de la carne cruda de cerdo se encuentra contaminada y adulterada con microorganismos peligrosos como lo es la «Yersinia enterocolítica».Se utilizaron alrededor de 200 muestras en las cuales también se encontraron medicamentos como la ractopamina, el cual es un fármaco que se encuentra prohibido en muchos países como China y EEUU. Todos estos contaminantes y aditivos pueden provocar diarreas, fiebre, vómitos, enfermedades gastrointestinales y calambres estomacales.
También descubrieron que el cerdo puede transmitir por medio de su carne infecciones, parásitos y microorganismos peligrosos que enfermaron al animal mientras este seguía con vida. Algunos de estos son la Taenia solium (un parásito intestinal, virus menangle, tichinella (lombriz estomacal) e irritación viral de la hepatitis A y E.
Los riesgos del consumo de la carne de cerdo pueden reducirse significativamente si esta es cocinada de la manera correcta. Sin embargo aún no existe una temperatura exacta debido a la variedad de microorganismos que pueden ser encontrados en la misma.
Si quieres consumir carne de cerdo aquí algunos consejos:
Se recomienda utilizar un termómetro de comidas para cocinar la carne, esto con el propósito de que se encuentra a la mejor temperatura en el interior. Para que los cortes comunes puedan cocerse este no puede estar a menos de 63º C y en el caso de la carne molida 72º C.
La carne de cerdo y los jugos deben mantenerse alejados del resto de los alimentos que se encuentren en el refrigerador. En especial si estos alimentos pueden ser consumidos crudos como las frutas y verduras.
Siempre que manipules este alimento, lava bien tus manos.
Consigue carne orgánica, es decir, que se encuentre libre de medicamentos, hormonas u otros aditivos. Cerdos que han sido criados en granjas sin antitoxinas.
Todos los alimentos orgánicos poseen una inscripción en la cual aclara que
”no hay agentes anti infecciosos utilizados” refiriéndose al no uso de antibióticos en la crianza.
Ten precaución con esas etiquetas que dicen “criado de forma natural” pues esta no se refiere al uso de antibióticos y medicamentos, sino sólo a su alimentación. Además, los alimentos que consumió este animal, no necesariamente fueron orgánicos.
Las condiciones en las que vive el animal no ayudan
Los peligros del consumo de esta carne son más de lo que pensamos y esto no solo se debe a los aditivos con los cuales son criados. En la actualidad, el 97% de la carne de cerdo se adquiere de plantas industriales donde estos se encuentran aglomerados en inmensos almacenes. Allí se les alimenta para que estos engorden rápidamente sin permitirles correr, popular o andar. Por lo tanto estos son obligados a vivir entre sus propios vómitos, heces y orina.
Al mismo tiempo, las grandes cantidades de orina proveen amoníaco, el cual es un gas letal que entra al sistema respiratorio y de paso afecta cada órgano por medio de la sangre.
Fuente:estiloconsalud.com
