El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, quien avaló el miércoles la apertura de un proceso con miras a destituir a la presidenta Dilma Rousseff, la acusó hoy de haberle mentido a la nación cuando dijo que su Gobierno nunca incurrió en «artimañas» para conseguir sus propósitos.
«Quiero dejar bien claro que la presidenta le mintió a la nación cuando dijo que su gobierno no autorizó ninguna artimaña», dijo Cunha, citado por medios locales.
Según el legislador, Rousseff le ofreció los votos que él necesita en el Consejo de Ética de la Cámara Baja para evitar que se lo despoje del cargo por denuncias de corrupción, a cambio de que él mediara entre los diputados para que aprobaran la reactivación de un impuesto que ayudaría al Gobierno a superar la crisis económica.
El jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Jaques Wagner, salió al cruce de las declaraciones de Cunha y dijo que el mentiroso es el legislador.
«Quiero reafirmar aquí que quien mintió fue el presidente (de Diputados) Eduardo Cunha», sostuvo el ministro.
Cunha está denunciado por su presunta participación en la trama de corrupción en la estatal Petrobras, y está bajo sospecha de haber abierto cuentas bancarias en Suiza para depositar en ellas dinero obtenido a través de sobornos. Por eso el Consejo de Ética debatirá el martes próximo su eventual alejamiento del cargo.
Desde comienzos de semana, se llegó a decir que Cunha estaba «chantajeando» al Gobierno, exigiéndole los tres votos del PT en el Consejo de Ética a cambio de archivar el pedido de destitución de Rousseff.
El miércoles, horas después de que el PT anunció que sus representantes en el Consejo votarán en su contra, Cunha anunció la apertura del proceso contra Rousseff.
En tal sentido, el legislador afirmó que es un»adversario» del PT y que prefiere no tener los votos del partido en el Consejo de Ética.
«Todos saben que soy adversario del PT. Vivimos en conflicto constante. (…) Sinceramente, prefiero no tener los votos del PT en el Consejo», afirmó.