Según reporta este martes la Agencia RT “Una grabación emitida el pasado viernes, fecha en la que se perpetraron los atentados de París que dejaron 132 muertos y más de 300 heridos, contiene los últimos comentarios del líder del Estado Islámico, el autoproclamado califa Abu Bakr al Baghdadi”. En octubre último, el líder del EI habría sido alcanzado por un ataque aéreo en Irak, lo que desmitió el Estdo Islámico pero 20 días después del ataque.
Según reproduce la agencia rusa, “las palabras del autoproclamado califa, los miembros del Estado Islámico «nunca van a abandonar la lucha». «Ni siquiera si quedase un solo soldado, nunca va a abandonar la lucha ya que desafía la humillación y la injusticia», sostiene al Baghdadi. «EE.UU., Europa, Australia, Canadá fueron aterrorizados por el Estado Islámico», ha dicho el líder yihadista, el cual, según un reciente informe, se encuentra en Nínive, Irak” sostiene
Sin embargo –explica The Epoch Times- en las declaraciones del viernes, Abu Bakr al Baghdadi, no hace ninguna mención a los ataques terroristas perpetrador en París.
Parte de la declaración del califa Abu Bakr dice que: «Vemos a EE.UU. y a sus aliados tropezarse entre el miedo, la debilidad, la incapacidad y el fracaso (…) debido al temor de sus aliados y a su debilidad, son incapaces de prevenir a los musulmanes del Califato. Son incapaces de enviar fuerzas terrestres para luchar contra los muyahidines».
La historia del “Califato”
A finales de junio de 2014 en una nota publicada en Internet el Estado Islámico de Irak y el Levante anunció que elimina de su nombre la referencia geográfica y declaró que establecerá un nuevo Califato Islámico, el primero desde el fin del Imperio otomano en el año 1924. También se oficializó que su líder, Abu Bakr al Baghdadi, es el califa y ‘líder de todos los musulmanes’.
El Estado Islámico de Irak, inicialmente sin la referencia a Siria (el Levante), nació como una rama de Al Qaeda. Su líder, Abu Bakr al Baghdadi, está en la clandestinidad y no se conoce su real paradero y su real apariencia, de hecho se le conoce como “el jeque invisible”.
Según reporta Al Arabiya y citando biografías no oficiales, el verdadero nombre de Al Baghdadi es Ibrahim bin Awad bin Ibrahim al Badri al Radawi al Husseini al Samarra’i, y se cree que nació en la ciudad de Samarra, al norte de Bagdad, en el año 1971. Se habría doctorado en la Universidad Islámica de Bagdad (ahora ‘Universidad Iraquí’) y era clérigo en una mezquita de su ciudad natal cuando los Estados Unidos invadieron Irak en el año 2003.
Algunas versiones aseguran que Al Baghdadi comenzó su actividad yihadista mucho antes, durante el Gobierno de Sadam Hussein, mientras otros creen que se radicalizó durante los cuatro años que estuvo preso en el campo de detención Bucca, controlado por EE.UU. Después de ser liberado en 2009, Al Baghdadi se unió al Estado Islámico de Irak, que gradualmente se volvió en la principal fuerza yihadista de Irak, que adquirió gran poder y comenzó a separarse de Al Qaeda.
En el año 2010 Abu Bakr al Baghdadi se puso a la cabeza de la organización, después de que el líder anterior, Abu Omar al Baghdadi, fuera abatido. Un año después fue declarado terrorista por EE.UU., que ofreció 10 millones de dólares de recompensa por información que condujera a su captura o muerte.
El pasado 11 de octubre, el ministerio de Defensa de Ira emitió un comunicado oficial en que señala que fue abatido el alto mando del EI en una zona al oeste de la provincia de Anbar, en Irak.
«Fuerzas aéras iraquíes bombardearon el convoy del terrorista Abu Bakr Al-Baghdadi mientras se dirigía a Karabla para encabezar una reunión con los altos comandantes del Daesh (Estado Islámico)», señala el comunicado.
Irak interceptó el blanco donde se trasladaba Al-Baghdadi en el oeste del país, junto a la frontera con Siria. «Se desconoce su estado de salud», agrega la nota de prensa. Sin embargo, 20 días después del anuncio sobre su deceso, el grupo terrorista negó su muerte y mostró a su líder.