Entre los antecedentes que maneja el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) se encuentra la declaración del ex gerente general de CMPC Tissue, Jorge Morel, ante los investigadores de la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Según consigna El Mercurio, el ejecutivo explicó la forma en que se concretó el acuerdo con la empresa PISA (actual SCA), con quienes estaban hasta entonces en una «guerra de precios», para subir los precios.
El pacto además incluía coordinar «la blancura» del papel higiénico. En ese sentido, Morel detalló a la FNE que «bajar la blancura» era equivalente a subir los precios.
Justificó el modus operandi asegurando que el precio de la celulosa en el mundo era muy variable, lo que continuamente afectaba a esta materia prima. Por ello, decir «bajar la blancura» hacía también bajar el costo del producto.
Según Morel, el directorio de CMPC no sabía del tema. Recordó ante la Fiscalía Nacional Económica que cuando estalló la colusión de las farmacias, el gerente general de la compañía en esa época, Arturo Mackenna, se le consultó a él y al gerente comercial, Felipe Ávalos, si había reuniones con la competencia. Frente a la pregunta, ellos dijeron que no.
Mackenna les habría dicho que hablar con la competencia era delicado porque estaba instalado en la agenda pública el tema de la colusión de las farmacias. Cabe recordar que FASA se acogió a la delación compensada en 2009 y acusó colusión de precios en 222 medicamentos.
Morel aseguró entonces que «el tema para mi era súper desagradable, porque yo desde siempre supe que era una ilegalidad juntarse«.
«Es como una bola de nieve que va creciendo y ya no se sabe cómo reventarla«, agregó a la FNE.
El ejecutivo estableció también que el primer llamado que recibió de la competencia fue a mediados del 2000. Era Gabriel Ruiz-Tagle, duelo de PISA, quien lo invitó almorzar al restaurante en el exclusivo Club de Golf Las Brisas de Chicureo. Allí se juntaron en dos ocasiones.
Ruiz-Tagle le dijo en la segunda ocasión que la decisión de CMPC de bajar los precios en el marco de la «guerra de precios» que enfrentaban ambas firmas significaría la quiebra de su empresa y que la única forma de salvarla era que ambas subieran los precios.
Entonces, ambas partes concordaron un 76 por ciento de participación de mercado para la compañía de Eliodoro Matte y un 24 por ciento para la firma de Gabriel Ruiz-Tagle.