El siguiente es el reporte de Radio Francia Itnernacional (RFI): El Washington Post anunciaba desde anoche su muerte en el largo y tramado tiroteo en el norte de la capital francesa, basado en datos proporcionados por dos altos oficiales cercanos a la investigación. Sin embargo, la información no se confirmó sino a mediodía del jueves 19 de noviembre en París.
En un comunicado, el fiscal de París, François Molins, declaró que el yihadista belga Abdelhamid Abaaoud había sido identificado «tras la comparación de trazas papilares» como uno de los individuos que murió en el asalto de Saint-Denis. «Se trata del cuerpo acribillado a balazos descubierto en el edificio», indicó el magistrado.
El primer ministro Manuel Valls saludó inmediatamente, desde la Asamblea Nacional, esta victoria de las fuerzas policiales, pero se mostró cauteloso: señaló que Abaaoud era solo uno de los cerebros de este tipo de ataques y que había que ser prudentes, en vista de las amenazas.
Molins, responsable de la investigación, aseguró en una conferencia de prensa el miércoles en la noche que Salah Abdeslam, miembro del comando que cometió los atentados del viernes, no figuraba entre los detenidos en Sant-Denis.
Por otra parte se supo que la mujer kamikaze, que activó su cinturón explosivo en la primera etapa de la intervención policial, estaba muy vinculada a Abaaoud. Se trataría de Hasna Aitboulahcen, una prima muy allegada al terrorista belga, que se habría hecho estallar al ver morir a uno de sus amigos, abatido por un francotirador de las fuerzas policiales de élite (RAID). Sería una joven francesa de 26 años, nacida en la localidad de Clichy-la-Garenne.
La captura de Abdelhamid Abaaoud era el objetivo principal de la operación policial. A partir de datos en posesión de los organismos de seguridad, tras verificación de los mismos, se procedió a desencadenar la acción contra un comando que podía «pasar al acto», como lo señaló el fiscal, y ejecutar nuevas acciones terroristas en la capital francesa.
