París fue la ciudad escogida por el equipo jurídico de Chile para reunir a sus abogados y asesores, encabezados por el agente Felipe Bulnes, con el fin de preparar la contramemoria en el juicio por la demanda marítima boliviana interpuesta en la Corte Internacional de Justicia.
La defensa chilena considerará esta vez elementos históricos, políticos y comunicacionales, anunció el agente.
Además de Bulnes estuvieron en la cita los coagentes Claudio Grossman y la embajadora María Teresa Infante, quienes deben presentar la contramemoria el 25 de julio del próximo año.
«Ahora corresponde demostrar que Bolivia tergiversa nuestra historia común y los alcances de las conversaciones e intercambios que han existido entre ambos países para construir la existencia de una supuesta obligación de negociar donde en realidad no la hay», dijo Bulnes.
Otro de los puntos destacados por el abogado chileno y ex ministro de Justicia, es que el tribunal «limitó significativamente el alcance de la demanda boliviana (…) quedando reducida a la existencia de una simple y supuesta obligación de negociar de buena fe, que no podría implicar el resultado de una cesión territorial», agregó.