Estamos en la mitad del mes de octubre y el retail comenzó desenfrenadamente la campaña de Navidad, ambientando tienda y ofreciendo de todo para la festividad de sentido religioso más importante para el cristianismo pero que se ha ido transformando en una “fiesta del consumo desenfrenado” olvidando el sentido de la celebración.
Estación Central, Quilpué, Costanera Center, son algunos de los lugares donde el árbol de navidad y el “Viejo Pascuero” está instalado con todo.
¿Será necesario partir con tanta anticipación la comercialización de la Navidad y con ello producir un innecesario estrés sobre el consumidor?