Son cinco familias de refugiados sirios las que desde hace un año viven en Uruguay. 42 personas que arribaron desde un refugio del Líbano a Montevideo, en el marco del programa para refugiados sirios impulsado por el ex presidente de ese país, José Mujica.
A un año de su llegada, los migrantes se muestran disconformes con el programa de acogida y dicen no ver una proyección a futuro en tierras sudamericanas.
«El plan de ayuda del gobierno es por dos años y ya pasó uno. Yo trabajo en un hospital, mi sueldo es muy bajo, solo 11 mil pesos uruguayos (unos CL$265 mil). Tengo esposa y tres hijos. ¿Cómo haré para vivir cuando la ayuda termine?», dijo a la agencia AP, Al Mohammed, padre de una de las familias.
«No quiero plata, quiero nada más que volver al Líbano o a Siria. Acá nos vamos a quedar hasta que nos lleven al aeropuerto», afirmó Maher Aldees, madre de otra de las familias instaladas en la plaza Independencia de Montevideo, con el objetivo de poder canalizar sus reclamos.
Según reporta la edición del martes de Clarín, las familias sirias se reunieron con representantes del gobierno uruguayo para zanjar el problema que debería resolverse esta semana.