La Haya sigue de «moda» por estos días. Desde ayer revisa una nueva demanda que interpuso Nicaragua contra Colombia, a pesar de haber dictado una reolución: El 19 de noviembre del 2012 la CIJ refijo la frontera marítima entre ambos países.
Ahora Nicaragua acusó a Colombia, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de querer «evitar» su responsabilidad y obligaciones en relación a la disputa limítrofe que enfrenta a ambos países en el mar Caribe y que fallo el tribunal mundial el 2012.
Hoy el embajador de Nicaragua en Holanda, Carlos Argüello, recordó al tribunal durante la ronda de argumentos orales de ese país que Colombia ha denunciado el Pacto de Bogotá, que declara la jurisdicción de la CIJ en el caso, y con ello ha rechazado que ese tribunal sea competente para resolver el litigio.
“No existe disputa antes de llegar aquí a la jurisdicción de la corte”, declaró la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, sobre la demanda interpuesta por Managua el 26 de noviembre de l 2013 por considerar que Bogotá no respeta sus derechos soberanos y su jurisdicción sobre las zonas marítimas nicaragüenses delimitadas por el alto tribunal de la ONU en el 2012.
Los jueces dejaron bajo soberanía colombiana siete cayos del archipiélago de San Andrés, y a Nicaragua le otorgaron una franja marina en esa zona, que Colombia calcula en unos 75,000 kilómetros cuadrados y el país centroamericano en más de 90,000.
La opinión de los expertos
El presidente de la Sociedad Latinoamericana de Derecho Internacional, Eduardo Valencia-Ospina, señalo que “este caso puede ser resuelto a través de negociaciones”.
El miembro del Instituto de Derecho Internacional, Tullio Treves, añadió por su parte que “Nicaragua no especifica las bases para la jurisdicción de la corte”, y advirtió de “los peligros” que supondría establecer la jurisdicción de la CIJ en un caso como este.
Por su parte el profesor de Derecho internacional de la Universidad de Yale, Michael Reisman, explico que ”la sorpresa por parte de Colombia ante la acusación de Nicaragua, dadas las numerosas ocasiones en las que el propio Santos había dado su conformidad con las negociaciones entre ambos países y había declarado que no “había disputa entre ambos”.