Indignación y estupor causó en las organizaciones de DD.HH. de Iquque, enterarse que durante la madrugada de este domingo fue dañado (pintado de negro) el monumento a dos victimas de DDHH durante el régimen militar. Dicho monumento se ubicaba frente la Escuela de Caballería Bilndada de Iquique en plena Av. Salvador Allende 475, el que había sido inaugurado este 11 de Septiembre, es decir el viernes último.
Los responsables de este atentado a un monumento fueron identificados –según el Ejército- como el teniente Mauricio Pacheco Urrutia, de la 2ª Brigada Acorazada “Cazadores”, y el teniente Pablo Henríquez Fernández, del Centro de Entrenamiento Acorazado, quienes fueron puestos a disposición de la justicia.
Fue el propio Ejército el que notificó del hecho al alcalde de Iquique.
Según informa la propia municipalidad el llamado lo hizo el general de la VI División de Ejército, quien alertó al alcalde Jorge Soria Quiroga, sobre los daños sufridos por el monolito y placa recordatoria, instalada este 11 de septiembre, en memoria de los ejecutados políticos Jorge Marín (19) y William Miller (42), quienes se encuentran hasta la fecha en calidad de detenidos desaparecidos.
La denuncia pública la hizo el ex preso político y dirigente de la Juventud Socialista para el 11 de septiembre de 1973, Luis Caroca quien además fue uno de los impulsores de la idea del monumento.
Caroca calificó como “un acto de barbarie en este sitio de memoria”.
Por su parte el Ejército emitió un comunicado oficial donde reconoce lo sucedido, identifica a los responsables y lamenta lo ocurrido.
“El Ejército, respecto a daños causados al monolito y en relación a los hechos ocurridos en la vía pública y frente a la y que involucra a personal institucional, se informa lo siguiente:
Siendo las 04:00 horas del Domingo 13 de septiembre de 2015, la Guardia del Cuartel de la Escuela de Caballería Blindada, ubicada en Av. Salvador Allende 475 Iquique, detectó a una persona que causaba daños al monolito existente en honor de los señores Jorge Rogelio Marín Rossel y William Millard Sanhueza, ubicado frente a la mencionada unidad militar, acompañado de otro individuo en vehículo. Por tratarse de un hecho en la vía pública, la oficial de guardia de la unidad informó del hecho a Carabineros.
Carabineros de Chile adoptó el procedimiento correspondiente, y mientras se encontraban recabando antecedentes, y ante el regreso de los individuos en vehículo al lugar, éstos fueron detenidos e identificados como el Teniente Mauricio Pacheco Urrutia, de la 2ª Brigada Acorazada “Cazadores”, y el Teniente Pablo Henríquez Fernández, del Centro de Entrenamiento Acorazado, quienes fueron puestos a disposición de la justicia.
Paralelamente a las indagaciones de la Justicia, se inició una investigación, a fin de determinar las responsabilidades y adoptar medidas disciplinarias sobre el personal militar involucrado, según corresponda.
El Ejército de Chile rechaza categóricamente la actitud de los dos oficiales, y de ninguna manera ampara este tipos de hechos, lo que quedó claramente demostrado con la oportuna y correcta acción desempeñada por la Guardia del instituto, al dar cuenta de lo ocurrido en la vía pública.
ESCUELA DE CABALLERÍA BLINDADA”
Ahora bien, lo que surge a partir de este hecho aislado, es qué sucede con las generaciones de jóvenes oficiales que egresan de las escuela matrices de las FF.AA, y que formación están recibiendo respecto a 1873 y el gobierno militar o dictadura y como conceptualizan los DD.HH., que son universales, ya que estos tenientes no deben superar los 25 años aproximadamente. Este el tema de fondo detrás de este acto que no puede ser pasado por alto debido a que hay un trasfondo formativo que los motivó a dañar un monumento a víctimas del régimen militar. Atentar contra un memorial es comparable a un acto de sacrilegio para la gente de fe.