Al menos 12 personas murieron ahogadas tras el hundimiento de dos botes que se dirigían a la isla griega de Kos este miércoles, de acuerdo a la marina turca.
La tragedia hizo eco mundial cuando comenzaron a circular las crudas fotografías de un niño sirio muerto en esas costas, lo que visibilizó el drama que viven los migrantes que intentan llegar a Europa, cuyo balance en lo que va de este año habla de 350 mil personas cruzando el Mediterráneo en condiciones precarias y de absoluta inseguridad.
En la imagen, el menor yace boca abajo sobre la arena de la playa.
Se calcula que durante agosto al menos 2.500 personas intentaron cruzar diariamente el tramo marítimo entre Turquía y Grecia, provenientes de Siria, Afganistán y Pakistán, pero cada vez se diversifican más las nacionalidades de los migrantes.
Los cruces son realizados a través de barcos de contrabandistas, los que no ofrecen ningún tipo de seguridad y cobran en promedio unos 1.800 euros (1,4 millones de pesos chilenos) por persona.
Sobre esa imagen tan dura del niño refugiado muerto en la playa. @CosmeJuan: Un niño es el mundo entero http://t.co/rJ2qfE0v9I
— David Alandete (@alandete) septiembre 2, 2015