«La reactivación del emblemático proyecto Costanera Center es un símbolo de la reactivación», dijo la Presidenta Michelle Bachelet en diciembre de 2009 durante un acto donde estuvo presente el controlador de Cencosud, Horst Paulmann.
La Mandataria aseguró entonces -en su primer gobierno- que las obras eran una muestra clara de que la crisis económica se estaba alejando.
Tras 11 meses de paralización, las obras del segundo hombre más rico del país se reactivaron.
Seis años más tarde, en medio de un escenario de supuesta desceleración económica, las ganancias de Cencosud llegaron a $ 73.475 millones durante el primer semestre. Es decir, se incrementa en un 21,7 por ciento respecto a igual período del año pasado.
El patrimonio del conglomerado ascendió en 2011 a 10,5 mil millones de dólares, más del doble de lo que ostentaban el año 2009, ascendiendo al puesto 75 de las mil fortunas más grandes del planeta, superando incluso al fallecido creador de Apple, Steve Jobs.
Encabezó el ránking de riqueza de los grupos económicos chilenos en el segundo trimestre de 2013, según un estudio difundido por el Centro de Estudios de Economía y Negocios de la privada Universidad del Desarrollo.
Cencosud está presente en Argentina, Perú, Brasil y Colombia, y tiene más de 60 mil empleados. Posee cadenas de supermercados Jumbo y Santa Isabel, además de la argentina Disco, las cadenas de tiendas París y Johnson’s, los centros comerciales Alto Las Condes y Costanera Center y la cadena de hogar Easy, entre otros negocios.
Cuando se habla de Horst Paulmann se dice que es un empresario trabajólico, inteligente, obsesivo, testarudo y solitario.
En el libro: “Los Pasos del Elefante: El Imperio de Herr Paulmann”, escrita por los periodistas Paulina Andrade y Marcelo Cerda y publicada por Ediciones Radio Universidad de Chile, narra cómo esta obsesiva fórmula de trabajo alejó a uno de sus colaboradores más cercanos: Laurence Golborne.
«Era una persona muy exigente. Le gustaba que sus colaboradores se involucraran en un ciento por ciento en el negocio, y el tiempo para la familia y los amigos era poco. Su carácter era fuerte, y muchas veces había momentos amargos y hacía falta que alguien le levantara el ánimo a los colaboradores que habían recibido algunos de sus embates», recuerda el ex ministro del MOP del gobierno de Sebastián Piñera.
En 2008 Golborne decide renunciar debido a sus diferencias por la construcción de Costanera Center y el poco llevadero carácter del empresario.
“Hay un tema de absorción de energía diario y eso a la larga desgasta. Y no es casualidad que las personas que trabajan más estrechamente con él se den cuenta que después de un tiempo hay que obligadamente seguir caminos separados”, señala el ex gerente del área supermercadista de Cencosud, Thomas Keller, respecto de la seguidilla de renuncias en 2006.
Las primeras renuncias tuvieron lugar en el área inmobiliaria del holding. Allí el empresario daba órdenes directas y era dado al llamado “micromanaging”, un concepto anglosajón usado para describir la práctica de jefes y propietarios que se encargan personalmente de revisar hasta el último detalle de manera personal, por más nimio que sea.
“Yo creo que los que trabajan en inmobiliaria estaban en el infierno. No es para menos: tienen a don Horst encima. Sobre los del área del supermercado, puede decirse que están en el purgatorio. En cambio en las otras divisiones, si bien él se preocupa del buen funcionamiento, no es lo mismo”, afirma un ex ejecutivo.
Ahora en 2015 Cencosud sigue ganando pese a la conpleja situación económica. De hecho, durante el segundo trimestre las utilidades del retailer se elevaron 109,5% y alcanzaron los $ 51.415 millones, frente a los $ 24.541 millones del segundo trimestre de 2014.
La compañía argumentó que el positivo resultado se vio influenciado favorablemente por un aumento de 56% en el resultado operacional, como también por una utilidad extraordinaria generada por la alianza concretada con Scotiabank para el negocio de retail financiero.