Mientras el magnate y precandidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en atacar a los inmigrantes mexicanos en su país, el gobierno mexicano reforzó las medidas de seguridad en su frontera con el país del norte.
A partir de la semana pasada, el flujo de 22 mil personas que diariamente cruzan a pie la frontera en el punto de San Ysidro, en la ciudad de San Diego, fue interrumpido ya que las autoridades no permiten pasar libremente sin control de documentos como era antes, según reporta el sitio RT.
Los funcionarios de ese punto dividen el flujo de personas en dos filas, una de ciudadanos mexicanos, que circulan libremente, y otra para el resto de personas que deben presentar documentación para cotejar con las bases de datos de criminales internacionales.
De esta manera México busca protegerse del flujo de criminales estadounidenses que escapan al país azteca para refugiarse de la justicia de su país.
Solo durante este año, México deportó a 120 ciudadanos estadounidenses que contaban con órdenes de detención pendientes en Estados Unidos. Algunos de ellos entre los más buscados por el FBI, según la agencia AP.
Pedestrians now need passport to cross U.S.-Mexico border: http://t.co/cdAeqPrI2B pic.twitter.com/ykE4lNQpTF
— The Union-Tribune (@sdut) agosto 21, 2015