Lejos está en ánimo en La Paz de «pacificar» las declaraciones hacia Chile. Este martes el propio Presidente Morales acusó al Cónsul General de Chile de ser un «instigador» contra su país, lo que generó la reacción molesta -obviamente- de Chile. Pero este miércoles, pareciera ser que el ánimo de las autoridades bolivianas es seguir escalando la crisis diplomática que, para algunos, es el resultado de una estudiada estrategia político comunicacional que ha logrado poner de cabeza a la diplomacia chilena que ha tenido que salir reaccionar. Ese es el gran mérito boliviano, lograr imponer la agenda mediática a Chile.
Este miércoles, el encargado de seguir esta suerte de «toreo» a Chile fue el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien manifestó que: «En definitiva saludamos la alocución del canciller Heraldo Muñoz en sentido de que nos veamos en La Haya, evidentemente esa es nuestra intención desde un primer momento, queremos vernos en La Haya».
Romero, en rueda de prensa en La Paz, focalizó sus opiniones (las del Gobierno paceño) en el canciller chileno: «Él (Heraldo Muñoz) nos ha dicho que vayamos a La Haya, nosotros lo estamos esperando en La Haya hace mucho tiempo, él se resistía ir a La Haya, ir en sentido de presentarse jurídicamente, reconociendo la competencia del Tribunal y abordando la temática de fondo», complementó.
¿Adiós al Cónsul de Chile?
En relación a los dichos del Presidente Evo Morales, quien cuestionó duramente el actuar del representante diplomático chileno en Bolivia, el ministro Romero dijo que «está justificada, porque las tareas que debe cumplir un Cónsul son específicas y están señaladas en la Convención de Viena. La misma Convención, en el artículo 55, establece de manera expresa que las representaciones consulares están obligadas a no inmiscuirse en asuntos internos del Estado receptor».
Romero argumentó además que: «Como Estado estamos en la obligación de cerciorarnos que así ocurra, con cualquier representación externa. Como Estado boliviano estamos en la obligación de velar porque nuestros representantes en otros países sean absolutamente respetuosos de los límites establecidos en sus funciones».
Respecto a las declaraciones del canciller Heraldo Muñoz, sobre que la legación boliviana en Chile gestiona reuniones sin ningún tipo de limitaciones, dijo que el Gobierno chileno también tiene toda la potestad de hacer un seguimiento del trabajo y las funciones que realiza la representación diplomática de Bolivia.
El secretario de Estado, adelantó que su Gobierno realiza las investigaciones pertinentes de las funciones que cumple la delegación chilena, y que presentará las pruebas de sus acusaciones mediante los «canales correspondientes».
Estas declaraciones vienen a refirmar los dicho de Morales y de los presidentes del Senado y de los diputados bolivianos que apoyan la medida de expulsión del diplomático chileno en La Paz.