Las amenazas de «guerra» entre Corea del Norte y Corea del Sur surgen como fantasmas -una y otra vez- desde que firmaran un armisticio (en vez de un tratado de paz) a comienzos de la década del 50´.
Esta semana ambas naciones intercambiaron disparos elevando la tensión militar a su máximo nivel.
Este sábado, el régimen de Kim Jong-un desplegó en la frontera baterías móviles de artillería con las que podría lanzar un ataque. «El Ejército Popular norcoreano ha desplegado remolques de artillería de 76,2 milímetros en algunas áreas de la zona desmilitarizada, y también hay movimientos de tropas de artillería en la retaguardia», informó una fuente militar.
Para el uniformado los movimientos anuncian que Corea del Norte «se está preparando para un ataque». En tanto, su vecino del Sur colocó altavoces emitiendo propaganda contra el régimen de Kim Jong-un.
De igual modo, Seúl mantuvo conversaciones con Washington para acordar un contraataque.
Para tales fines, las fuerzas conjuntas de Corea del Sur y EE.UU. llevaron a cabo un simulacro de bombardeo en cielo surcoreano con ocho aviones de combate. Cuatro cazas F-16 de Estados Unidos y cuatro F-15K de Corea del Sur protagonizaron el simulacro con el objetivo de «mostrar el poder militar de las fuerzas aéreas conjuntas».
El régimen de Kim aumentó hoy el tono de sus amenazas al asegurar que sus tropas están preparadas para una «guerra total» en caso de que Corea del Sur no cumpla el ultimátum exigido.
Estados Unidos mantiene 28.500 tropas en Corea del Sur y se compromete a defender a su aliado en caso de «guerra».