Este sábado, la tensión y el “olor” a guerra inundo a Corea del Sur, luego del ultimátum de Corea del Norte. Han sido 48 horas en que Pyogyang impuso un estado de semiguerra, pero todo quedo en nada.
Esta tarde noche –ya domingo en Corea- llegó la tensa calma y ambos países aceptaron reiniciar conversaciones y se dieron cita en la militarizada Panmunjom, en la frontera común.
Según reporta la oficial agencia de noticias norcoreana KCNA y agencias internacionales, las delegaciones iniciaron la reunión con “apretones de manos” y el encuentro comenzó 30 minutos después de que hubiera expirado el ultimátum que lanzó el líder supremo norcoreano, Kim Jong-un, para que Seúl pusiese fin a las transmisiones de propaganda a través de altavoces que emitía desde el día 10 de agosto.
Más aún, fue el Norte la que hizo gestos a su vecino del Sur, y por primera vez en ocho años, llamó a sus vecinos del sur por el nombre formal de “República de Corea”. En tanto la televisora estatal surcoreana anunció “El norte y el sur han acordado celebrar contactos relacionados con la situación actual en las relaciones norte-sur”, según relató solemnemente el consejero adjunto de Seguridad Nacional en Seúl, Kim Kyou-hyun.
Luego de expirado el plazo no hubo incidentes, aunque estaban listos para repeler un ataque señalaron fuentes de Corea del Sur. No hubo incidentes, una vez expirado el plazo.
La reunión estuvo compuesta por Kim Kwan-jin, consejero de Seguridad Nacional, y el ministro de Unificación, por Seúl y por Pyongyang asistió Hwan Pyong-so, considerado el número dos de Kim Jong-un, y Kim Yang-gon, un veterano de las conversaciones entre los dos países.