domingo, diciembre 22, 2024

Un dolor de cabeza llamado Donald Trump

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El Partido Republicano ha dicho basta a los exabruptos del precandidato a la Presidencia de los Estados Unidos y literalmente ha roto con Donald Trump (69), luego de que el pasado 18 de julio, insultara al senador de su propio partido John McCain, poniendo en duda su valor militar, en un acto organizado en una localidad de Aiowa. Ese mismo día, a propósito de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, volvió a arremeter contra México diciendo: «creo que deberíamos boicotear a México, honestamente. México nos está tratando muy, muy mal… Tenemos que cerrar nuestra frontera. Tenemos que construir un muro», dijo.

En el evento de Ames, organizado por el influyente grupo conservador cristiano The Family Leadership, donde Trump las emprendió contra el sanador McCain, provocó el inmediato rechazo de los principales líderes y representantes republicanos lo que, según análisis de prensa norteamericanos, hacen suponer el fin de la campaña de Trump por lo menos como representante de los republicanos.

Pero el comentario de Trump fue una respuesta a lo dicho, días antes, por McCain en Phoenix, Arizona, donde comentó que “Trump ha encendido a los locos” con su discurso antiinmigración. Trump trató de “tonto” al senador por Arizona y sobre su rol en la guerra de Vietnam sentenció que: “No es un héroe de guerra. “Es un héroe de guerra porque fue capturado. Prefiero a los que nos son capturados”.

McCain prisionero de guerra
Durante la guerra de Vietnam, John McCain, aviador naval, fue hecho prisionero y pasó cinco años en manos del Ejército de Vietnam del Norte, donde fue torturado y paso largos períodos en confinamiento solitario. Las secuelas físicas son aún visibles. Trump, en cambio, no fue a Vietnam usando prórrogas de estudiante y, después, por razones médicas: defecto en un pie. La prensa, al término del acto en Ames, le consultó en qué pie tiene el defecto, a lo cual Trump ahora dice no recordar cuál es, escribe el “Dallas Morning News”

Según reportan varios artículos de prensa que citan a la Agencia AP, “el público conservador cristiano del evento había recibido con una ovación a Trump y había disfrutado de su discurso sobre la incompetencia de Washington, sobre los inmigrantes ilegales asesinos y sobre el estupendo tratado que piensa negociar con China porque él de lo que sabe es de negociar y de crear empleo. En el momento de pronunciar esas palabras, el público se congeló, se oyó un murmullo de congoja entre los 2.900 asistentes al acto, seguido de unos pocos abucheos. Trump recondujo la situación diciendo que McCain no había hecho suficiente por los veteranos. A pesar de todo, terminó su intervención entre aplausos”.

Pasaron pocos minutos para que los otros candidatos republicanos le respondieran, tal como lo hizo Jeb Bush que tuiteó: ”Basta de ataques insultantes. El senador McCain y todos nuestros veteranos, especialmente los prisioneros de guerra, tienen todo nuestro respeto y admiración”. Y desde el Comité Nacional Republicano, uno de los jefes de campaña, Sean Spicer declaró: “No hay lugar en nuestro partido o nuestro país para comentarios que insultan a los que han servido con honor”, dejando clara la opinión del aparato republicano sobre Trump.

Gana adeptos
La realidad es que Trump se ha vuelto un personaje incómodo para la el Partido Republicano e incluso para la imagen de los Estados Unidos, contrariamente a lo que se podría pensar, es un candidato que ha logrado ir consolidándose y transformarse en una verdadera amenaza para las cartas “serias” de los republicanos: Jeb Bush y Scott Walker.

Con su estilo agresivo el empresario ha logrado un apoyo inesperado entre las bases republicanas y –según reportan varios medios norteamericanos- ha mejorado en las encuestas situándose entre las tres primeras preferencia en varios estados, así podría ganar el espacio para estar en el primer debate televisado programado para la primera semana de agosto.

Según encuestas de la Suffolk University y el diario Usa Today, Trump es visto con “simpatía” para competir en la primaria republicana, donde hay 15 candidatos, un 17% de republicanos votaría por Trump y un 14% por Jeb Bush, que hasta la hace poco lideraba las encuestas y era la carta segura de los conservadores norteamericanos.

Los dichos de Trump en Ames, no serán pasados por alto por la cúpula republicana, de hecho el partido le pidió que se disculpara públicamente por las ofensas, no solo a McCain, sino que a todos los veteranos de guerra. Hasta ahora no ha habido respuesta de parte del empresario-candidato. Sólo se remitió a decir de manera desafiante a la prensa: “Si me sigue yendo bien, gastaré el dinero que sea necesario”.

Este domingo Donald Trump, en una entrevista dada a la cadena ABC, se le consultó si creía que debía disculparse por sus dichos contra McCain a lo que respondió: «No, en absoluto» y nuevamente arremetió contra el senador: «John McCain ha fracasado» agregando, «creo que haré mucho más por los veteranos que lo que ha hecho John McCain durante muchos, muchos años, con tantas palabras y ningún hecho (…) no ha hecho nada», sentenció, ahondando aún más la crisis con su partido, que esperaba una disculpa.

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