«Hay más verdad que conocer», sostuvo la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Lorena Fries. En entrevista con Radio Cooperativa, la experta emplazó a La Moneda y al Congreso Nacional a levantar el secreto de 50 años que rige sobre los antecedentes recopilados por la Comisión Valech.
La abogada cree que hay información clave para seguir avanzando en justicia en los informes Rettig y Valech. «De hecho, los antecedentes de la Comisión Rettig están en manos del Programa del Ministerio del Interior en materia de DD.HH. y son solicitados por los tribunales de justicia», reparó.
No obstante, dijo, «tanto en Valech 1 como en Valech 2, en principio, hay una reserva, un secreto que es de 50 años y que, incluso, le impide a la judicatura conocer antecedentes».
«Con Valech 1, como es una ley de quórum calificado, la verdad es que no hemos podido entregar esos antecedentes y podría hacerse más de lo que se hace en materia de verdad y de justicia», puntualizó Fries.
«En resumen, no tenemos acceso a toda la información y la regla general en estándares de derechos humanos es que, al menos, la judicatura debe poder conocer estos antecedentes para cumplir con su obligación de justicia», explicó la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Ante la pregunta ¿De quién dependería levantar el secreto sobre el informe Valech?, la abogada respondió: «En este minuto y respecto de la información que falta, es el Congreso o los poderes colegisladores -también podría ser el Gobierno- levantando ese secreto de los 50 años para que al menos sea conocido por los Tribunales de Justicia».
«Hay más verdad que conocer, como dan cuentan los testimonios de Fernando Guzmán, como del segundo conscripto que también se abrió a contar lo sucedido en aquel entonces en el caso quemados vivos», resaltó.
«Lo que hay como información es justamente las declaraciones y testimonios de las personas que sufrieron prisión política y tortura y aparecen ligados a los centros donde estuvieron prisioneros, alguna información respecto a otras personas que estuvieron presos allí y en algunos casos también se dan los nombres de las personas que perpetraron los actos de tortura. Es información valiosa», concluyó Fries.