Casi 50 minutos de espera en el Ministerio de Relaciones Exteriores para que el titular de la cartera, Roberto Ampuero, leyera una declaración pública y no respondiera preguntas. Un sello del secretario de Estado que hace que el mismo Presidente, Sebastián Piñera, tenga que salir a responder por los temas internacionales.
“Una prioridad fundamental de nuestro Gobierno desde el primer día fue poner orden en la casa en materia de migración (…) Nuestro país, junto a muchos otros países, como Nueva Zelanda, Australia, países europeos, países latinoamericanos, no va a suscribir al pacto de migración que se acordó en Marrakech, sino que se va a abstener porque eso nos da la oportunidad de explicarle a la comunidad de Naciones Unidas, las razones por las cuales no concurrimos a ese pacto”.
Además, el Mandatario respondió a las principales críticas, entre ellas que el acto no es vinculante. Ante esto, dijo que “cuando un país como Chile tiene un pacto lo hace porque lo quiere cumplir, sería absurdo firmarlo para no cumplirlo, pero además es vinculante, porque tiene consecuencias políticas y puede tener consecuencias jurídicas muy importantes para el país”. En tanto, sobre romper una política de Estado agregó que “La política de migración es esencialmente la política interna. Por supuesto que buscamos la colaboración de toda la comunidad internacional, pero es una política interna, y nuestra política fue explicitada durante nuestra campaña”.
Además, enfatizó a quienes plantean que nos alejamos del multilateralismo “¿Qué significa eso? ¿Que para ser parte de la comunidad internacional hay que firmar, acordar, apoyar todo pacto o acuerdo de cualquier naturaleza que se proponga? Chile ha dado muestra de ser un país que cree en la comunidad internacional, que apoya el multilateralismo”.