Una desesperada situación es la que se encuentra viviendo una familia de Talcahuano. Lo que parecía ser una mejor vida para una de sus integrantes, se ha convertido en una pesadilla de la cual no logran despertar.
La hija mayor de la familia emigró a México hace unos años y tras dudosos comentarios por Facebook se perdió toda huella de ella. Así lo relató Alfonso Ruiz Torres, el angustiado padre.
Ruiz contó que su hija Josseline Leandra Ruiz Garrido, egresada del Liceo Comercial de Talcahuano el año 2006, a los 20 años, se fue a vivir a Santiago por mejores expectativas laborales. Cuatro años más tarde se trasladó a México, “por trabajo y estudios más fáciles”, señaló su hermano Cristóbal, quien indicó que lo que ella les informó fue que realizaba traducciones y decoración de interiores.
Durante un par de años mantuvieron comunicación por redes sociales y Skype, especialmente con su hermana menor Bárbara, y se preocupaba permanentemente de enviarles dinero. El año 2012 Josseline vino a Chile con quien en ese momento era su pareja, el mexicano Pablo García de la Rosa, quien dijo tenía con su familia una empresa constructora y estudiaba ingeniería.
Al año siguiente, tras un grave accidente vehicular que afectó a Bárbara en el mes de noviembre, Josseline viajó nuevamente a Talcahuano, pero esta vez sola, ocasión en que tramitó su cédula de identidad, la cual regresaría a buscar al año siguiente. Esto no ocurrió y fue precisamente en el 2014 que comenzó a alejarse de su familia. En octubre envió un mensaje indicando que estaba en Cancún, dudoso, ya que no enviaba fotografías ni tampoco las publicaba en redes sociales, como solía hacer.
Sus hermanos le escribían, le preguntaban cómo estaba, obteniendo como respuesta breves comentarios que indicaban que tenía exceso de trabajo. En enero del año 2015 la situación se hizo más crítica, ya que les llegó desde la cuenta de Josseline un grosero mensaje, lo que les hizo sospechar que no fue ella quien lo había escrito.
Fue en ese entonces que Don Alfonso se acercó a la embajada de México para solicitar ayuda y poder contactar a su hija; sin embargo le explicaron que ese trámite debía realizarlo en la embajada de Chile en México. Luego de un tiempo le indicaron que el trámite debía efectuarlo en el consulado chileno en México, entidad que al cabo de un tiempo le informó que iban a comenzar la búsqueda y que incluso fueron a la dirección que tenían de Josseline, donde tras preguntar a personal de aseo supieron que hace un año ya no vivía en ese lugar. “Hay otros conductos regulares que como investigación que se pueden hacer, por ejemplo si ellos arrendaban el departamento, hay corredoras de propiedades que tienen más datos. No sé, hay otras formas y no solo preguntarle al personal de aseo y quedarse con eso no más”, dijo el abrumado padre.
“Ahora me están pidiendo examen de ADN, ficha odontológica, y esas cosas son más difíciles de conseguir. Fui al hospital Las Higueras y la última fecha en que ella se atendió fue el 2008, entonces ya están borrados esos registros. En la ficha de nacimiento no aparece el ADN tampoco, entonces es más complicado conseguirse toda esa información”, señaló Ruiz.
Por otra parte, dice, desde el Consulado le dijeron que hiciera caso al último mensaje enviado por Facebook, donde de manera grosera y muy distinta a su trato habitual les indicó que le dejaran vivir su vida. Ese mensaje es el que les dejó preocupados, ya que tras eso la cuenta de Facebook se cerró y nunca más volvió a comunicarse.
Fue por todo aquello y el hecho de no saber a quiénes acudir para obtener ayuda que decidieron construir un perfil de Facebook para compartir la información del último paradero y contactos de Josseline, a quien prefieren llamar por su segundo nombre, Leandra. Lo que les tiene aún más temerosos de lo que pueda haber sucedido es que frecuentaba lugares de diversión y trataba de no hablar del trabajo que tenía.
“A lo mejor ella no quería aparecer porque pensará que uno se enteró de esa situación y por vergüenza puede ser una opción, pero lo que me interesa ahora saber es si está con vida. Lo demás lo conversaremos en familia”, dijo.
El 9 de febrero, ingresó la causa a fiscalía.
“Encontrarla es lo principal y ojalá encontrarla con vida no más. Como papá es lo que me interesa en este momento. Y en eso estamos luchando”.
Don Alfonso explicó que pese a los comentarios que puedan existir en el entorno, quiso exponer el caso para obtener ayuda y advertir a las jóvenes, principalmente, que no se expongan a trabajos desconocidos por pensar que tienen mejores expectativas económicas y tampoco que se enamores de extranjeros desconocidos o que conocen por redes sociales.
“Uno como padre nunca piensa que un hijo esté mintiendo o trabajando en algo que no es digno, si fuese el caso de mi hija. Lo único que espero en este momento es encontrarla con vida y como familia por eso es lo que estamos luchando no más. Lo demás temas los conversaremos en familia si es que llegase a ser otra cosa. Ahora, si ella desapareció por otros motivos, por querer tener otro tipo de vida es entendible, pero que dé una razón de vida. Lo que nos interesa ahora es encontrarla, nada más que eso”.