Podría ser un cambio de estrategia o una estudiada puesta en escena para anteponerse a un escenario menos favorable para la pretensión boliviana, sólo así se puede entender que por segunda vez y en menos de 48 horas el Presidente Evo Morales, desde Nueva York, volviera a llamar a restablecer el diálogo con Chile. Lo curioso es que él al igual que la Presidemta Bachelet han estado a metros y no han cruzado mirada ni saludo, pero sí Morales se ha dado maña para mandarle mensajes por la prensa.
Este sábado Morales nuevamente dijo que tomó la decisión de buscar el diálogo con su homóloga de Chile, Michelle Bachelet, para abordar la demanda marítima boliviana, con el objetivo de lograr una victoria colectiva, sin ganadores ni perdedores, en el diferendo que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó proseguir.
«Yo me pongo también al lado del pueblo chileno, del Estado, acordemos juntos, todos ganemos. No queremos un perdedor ni un ganador, por eso es nuestro deseo de ir al diálogo», dijo a la prensa este sábado el Mandatario boliviano.
Morales explicó que: «Nosotros venimos de la cultura del diálogo, esa es la diplomacia de los pueblos, especialmente de los pueblos indígenas, ese es nuestro gran deseo, (pero) también dependerá de la voluntad política de la Presidenta Bachelet», dijo.
En sus dichos Evo Morales se preocupó de dejar en claro que su país no busca cambiar el Tratado de 1904 explicando que «lo que dijimos nosotros (a la Corte) es que Chile cumpla sus compromisos, incluso con una resolución firmada por un canciller chileno respecto al mar. Estamos pidiendo eso, no modificar el tratado», subrayó.
En esta misma línea y Morales acusó al ex presidente Sebastián Piñera de abandonar «unilateralmente» las conversaciones sobre la agenda de 13 puntos, que incluía la demanda marítima y otros aspectos de interés bilateral.
Varios analistas bolivianos no están muy convencidos del éxito de la siguiente etapa del juicio ya que sólo significará que ambos países conversen de buena fe y busquen una solución a la petición paceña y, tal como dijo el propio vicepresidente boliviano, la opción de salida al mar será por el norte de Arica y ahí tendrá que entrar Perú, que se ha opuesto tenazmente a otorgar una salida por esa zona ya que –entre otras cosas- perdería la frontera con Chile.
En este escenario cobra relevancia que Evo Morales podría perpetuarse en el poder ya que con la aprobación de la enmienda constitucional realizada este fin de semana, significa que podrá ir –nuevamente- a la reelección y gobernar hasta el 2025 y quien sabe que siga otro período más.
